Argentina admite inflación real tras años de maquillar sus cifras
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Sábado, 15 de Febrero de 2014
Según el Gobierno, en el 2013 la inflación fue del 10,9%, pero para las mediciones privadas llegó a 28,3%.
Se acabaron siete años de mentiras sobre el indicador de inflación en Argentina. Presionado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno de Cristina Kirchner difundió un índice de precios al consumidor (IPC) que los analistas independientes consideraron verdadero. Después de años en que el Ejecutivo solo admitía una inflación de alrededor del 1% mensual, cuando las provincias y las consultoras calculaban más del doble, esta vez el ministro de Economía, Axel Kicillof, que asumió el cargo en noviembre pasado, anunció que en enero pasado, el mes de la devaluación del peso, el IPC ascendió al 3,7%. “Es un índice verosímil”, opinó el economista y ex gerente general del Banco Central argentino Eduardo Levy Yeyati ante la consulta de El País. Lucas Llach, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, compartió esa opinión en su cuenta de la red social Twitter: “La inflación nacional que anunciaron es la verdad, aproximadamente”.
De esta manera, el gobierno de Cristina reconoce una inflación mayor a la admitida desde el 2007, cuando aún era presidente su marido fallecido, Néstor Kirchner. La manipulación del IPC fue una idea aplicada por Kirchner para evitar el reconocimiento de una inflación que comenzaba a superar el 20% anual y que solo bajó de ese nivel en la crisis mundial del 2009. El mentor de la mentira fue el superpoderoso secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Si el Gobierno admite una mayor inflación, también tendrá que reconocer que hay más pobres de los calculados hasta ahora. Pero la falta de un índice creíble aumentó las expectativas de inflación, lo que terminó impactando en forma negativa en los precios. La población acabó pensando que la inflación era aún mayor que la calculada por provincias y consultoras. Por ejemplo, el año pasado el Gobierno reconoció una inflación del 10%, las agencias provinciales de estadística dijeron que fue del 27% y las consultoras, del 28%. La Universidad Di Tella encuestaba a ciudadanos sobre cuánta era la inflación y ellos respondían que más del 30%.
El reconocimiento tendrá consecuencias
El reconocimiento de la inflación por parte del Gobierno argentino seguramente tendrá varias consecuencias. Se trata de admitir un problema que antes se negaba. Fue posible en parte porque en noviembre pasado Moreno se marchó del Gobierno y porque quien tomó las riendas de la política económica fue Kicillof, que como investigador universitario era crítico de la subestimación del IPC, pero guardó silencio en el período en que fue viceministro de Economía, entre el 2011 y el 2013. Si el Gobierno admite una mayor inflación, también tendrá que reconocer que hay más pobres de los calculados hasta ahora. El INDEC decía que solo el 4,7% de los argentinos sufría la pobreza, pero organizaciones como la Universidad Católica Argentina advertían que un cuarto de ellos padecían carencias básicas.
Fuente: http://www.lanacion.com.py/articulo/156463--argentina-admite-inflacion-real-tras-anos-de-maquillar-sus-cifras.html