Empresas familiares del país generan 65% del PIB

Según consultores independientes en orientar a empresas familiares, lo primordial para que las organizaciones pue­dan sostenerse en el tiempo con éxito, es asentar reglas claras, diferenciar, dividir y deslindar las responsabili­dades de cada miembro, y en particular los fondos propios de los de la empresa.

Así lo señalaron Ángel Gar­cete y David Imlach, miem­bros de las compañías Granopar y Tenondete, res­pectivamente, en el pro­grama radial Hablemos de Economía, quienes pusie­ron en contexto las princi­pales situaciones que se dan en este segmento, teniendo en cuenta que generan cerca del 65% del PIB del país, por lo que deben ser manejadas estratégicamente para no caer en conflictos.

Además de las tareas y obliga­ciones, será fundamental avi­zorar los posibles daños que se pueden causar al utilizar fon­dos de la empresa como gastos personales, y todo esto depen­derá unicamente de la decisión tomada por las propias fami­lias para el crecimiento y desa­rrollo de las mismas.

“El campo de trabajo, para aclarar las ideas y lidiar con las empresas familiares es toda­vía un segmento muy extenso, ya que ni siquiera nosotros como consultores podemos imponer condiciones o situa­ciones si los fundadores o inte­grantes no están convencidos de tomar ese paso; es decir, el decidir cuándo hacer un retiro, cómo hacerlo o de qué manera llevar a cabo el pro­ceso de sucesión, por ejemplo”, señaló Garcete.

Todo esto conlleva a la vez a la necesidad de contar con una guía o asesoría para estruc­turar el manejo del capital, porque uno de los principales errores con los que general­mente se encuentran los con­sultores es que los fondos de las empresas son a la vez fon­dos de la familia, es así que la tarea primordial será separar las cuentas y asignar salarios además de las funciones.

Existen casos de empresa­rios dueños que práctica­mente no se toman vacacio­nes, porque piensan o sienten que son indispensables, hasta incluso situaciones en que estos dueños no tienen aún salarios asignados tras 20 o 30 años de trayectoria en la empresa familiar. Desem­boca en el error de que este “dueño” cree que todo lo que la empresa gana es de él, y es donde los consultores inten­tan esclarecer que necesaria­mente se debe definir hasta donde es el capital propio o en qué porcentaje y cual será asignada a la empresa, agregó.

Imlach sumó que otra de las típicas situaciones en que la segunda generación, que sí entiende de la importancia de implementar una consulto­ría ya sea en el área comercial o administrativa, no puede lograrlo porque los padres o los de la primera genera­ción no permiten que un ter­cero extraño conozca de los números de la empresa, por­que están acostumbrados a manejarse como lo hicieron desde hace más de dos décadas quizás. “Ahí radica la impor­tancia de tener una mayor apertura como empresarios, ya que será el camino para la organización, y lo que permi­tirá el crecimiento deseado para la empresa”, mencionó.

Fuente: https://www.lanacion.com.py/negocios_edicion_impresa/2019/01/02/empresas-familiares-del-pais-generan-65-del-pib/