Las cinco disfunciones de un equipo

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   Jueves, 26 de Septiembre de 2013

Los equipos frecuentemente suelen padecer cinco disfunciones: falta de confianza entre los miembros, temor al conflicto, falta de compromiso, evitación de responsabilidades y falta de atención a los resultados.

Aunque estas disfunciones pueden ser estudiadas en forma separada, en realidad afectan estructuralmente al todo y por lo tanto deben ser tratadas, corregidas y evitadas tanto en forma autónoma como en conjunto. El trabajo de los equipos es difícil de medir, pero su poder no debe ser negado.

Cuando la gente deja de lado las necesidades individuales para alcanzar lo mejor para todos, pueden lograr metas que podrían parecer desmedidas o imposibles y se convierten en mejores padres, pares, amigos o vecinos debido a ese sentimiento de pertenencia y conexión.

El propósito central de este libro es, por tanto, ofrecer a managers, líderes de equipos y consultores, herramientas prácticas que los ayudarán a implementar conceptos referidos a las disfunciones frecuentes de los equipos y los modos de superarlas.

Lencioni presenta los cinco problemas que impiden que incluso los equipos más brillantes funcionen. Para combatir cada uno de ellos se debe construir confianza, dominar el conflicto, lograr compromiso, adoptar la responsabilidad por la tarea y concentrarse en los resultados.

 

SUPERACIÓN

Construir confianza: confianza no significa la capacidadde los miembros de un equipo para predecir la conducta de los demás solo porque se conocen desde hace mucho tiempo. La confianza remite a la vulnerabilidad. Los miembros de un equipo que confían entre ellos deben sentirse cómodos aún cuando estén expuestos a situaciones complejas donde aparezcan el miedo y las debilidades.

Las personas que no tienen miedo de admitir la verdad sobre mismos no se involucran en conductas de tipo político que solo consiguen derrochar el tiempo y la energía de todos. La confianza constituye la base del trabajo en equipo. Construir confianza toma tiempo, aunque el proceso puede acelerarse. Como en un buen matrimonio la confianza en un equipo nunca es completa, sino que debe alimentarse periódicamente.

Dominar el conflicto: los buenos conflictos entre los miembros de un equipo requieren confianza. Esto significa comprometerse en debates apasionados sobre temas de interés. Aún en los mejores equipos el conflicto puede generar incomodidad.

La incomodidad es inevitable. Aún cuandocada uno tenga claridad sobre los puntos a tratar resulta imprescindible que tomen las mejores decisiones en función del bien de la organización. El miedo al conflicto personal ocasional no debe deteriorar la posibilidad de que los equipos participen en debates regulares y productivos.

Lograr compromiso: el logro del compromiso requiere claridad. Compromiso no es sinónimo de consenso. Esperar que todos los miembros de un equipo acuerden intelectualmente con respecto a una decisión es una buena receta para alcanzar la mediocridad, el retraso y la frustración.

Los equipos sí deben evitar los supuestos y la ambigüedad y conseguir que cuando concluyan las discusiones en las que participen tengan una clara comprensión de cuáles fueron las decisiones adoptadas. Los miembros de los grandes equipos aprenden a disentir y aún así a comprometerse con la decisión tomada por el equipo.

Adoptar la responsabilidad por la tarea: la responsabilidad por la tarea refiere a la capacidad de los miembros de un equipo para recordarse -los unos a los otros- cuándo no están alcanzando los estándares de desempeño esperados para el grupo.

La responsabilidad por la tarea ocurre directamente entre pares y debe ser modelizada por el líder. Para construir una cultura de la responsabilidad, un buen líder debe demostrar buena disposición para confrontar problemas difíciles. La mejor manera de reflejar la responsabilidad ocurre durante las reuniones y las revisiones periódicas.

Concentrarse en los resultados: Si los m iembros d e un equipo confían se comprometen en conflictos sanos sobre temas de alto interés, se comprometen con las decisiones que asumen y asumen sus responsabilidades es altamente probable que logren sus metas. Considere un equipo de fútbol.

En el campo de juego el tablero se focaliza en una sola cosa: quién gana. No muestra las estadísticas de las jugadas ofensivas ni defensivas; sino solo los goles. En el mismo sentido, la verdadera medida de un gran equipo se refleja en los resultados que logra. 

Es necesario evitar distracciones y que los miembros de un equipo aprendan cómo priorizar los resultados del equipo por encima de las necesidades individuales o departamentales. Para mantenerse concentrado, un equipo debe aclarar públicamente los resultados deseados y mantenerlos visibles.

Fuente: http://www.5dias.com.py/31065-las-cinco-disfunciones-de-un-equipo