La industria del calzado nacional venía arrastrando dificultades antes del inicio de la pandemia, causadas por el ingreso masivo de zapatos importados brasileños y chinos, además del contrabando, crisis que se profundizó para el sector tras la aparición del Covid-19 en el país.

 

Ahora, tras superado el tiempo crítico de la pandemia, los calzadistas solo lograron recuperar un 20% del mercado perdido, mediante acuerdos de comercialización, que no resultan suficientes para alcanzar la reactivación total del sector.

 

Según comenta Elder Otazo, presidente de la Cámara Paraguaya del Calzado, la reinvención ayudó a muchas de las pequeñas y medianas industrias del calzado a buscar otros canales para la venta de su producción, aunque igualmente, muchas no pudieron soportar la presión y se vieron obligadas a cerrar.

 

Además, como los fletes para el transporte de las importaciones se encarecieron con la pandemia, las multitiendas locales decidieron optar por la producción nacional para vender en sus locales y fue así que los calzadistas lograron firmar un acuerdo con los importadores y comerciantes. Pero los productores de calzados consideran insuficiente este acuerdo para salvar al sector. “Los calzados nacionales ocupan solo el 20% del mercado, mientras que la producción cayó en un 50% durante la pandemia y aún no logramos recuperarnos del todo”, señaló Otazo. Un punto a favor que buscan aprovechar es el nicho dejado por los calzados importados. “Desde el 2010, ingresaban de Brasil e Iquique alrededor de 30 millones de pares por año, lo que se redujo a 10 millones tras la pandemia”, dijo. Pero a esta competencia se suma el contrabando masivo, un flagelo que no podrán vencer si las autoridades competentes siguen haciendo la vista gorda, se quejó Otazo.