La clave del éxito: ¿Disciplina o inteligencia?
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Viernes, 01 de Noviembre de 2013
Uno de los mitos con el que vivimos los latinoamericanos es que los japoneses son mucho más inteligentes que nosotros; y esa es la causa del éxito de Sony, Panasonic, Toshiba, Mitsubishi, Toyota o Nissan. Ciertamente, los japoneses son muy buenos mejorando algo ya existente o planeando procesos. Sin embargo, ni la televisión, ni la computadora, ni el automóvil, ni internet fueron creados en Japón. No planeo debatir acerca de la inteligencia del japonés; lo que pretendo es reflexionar sobre el motivo principal de su éxito que, según entiendo, no es la inteligencia, sino la disciplina.
Uno de los países de los que más se habla de sus buenas costumbres y disciplina es el Japón, y la frase: “La disciplina tarde o temprano superará a la inteligencia”, es una muy escuchada y practicada en Asia. Lamentablemente, aquí, en América Latina, no conocemos mucho esa frase y mucho menos buscamos practicarla.
Cuando inicié mis estudios de MBA en el INCAE Business School, muchas veces debía quedarme estudiando más horas que otros compañeros. Me apenaba bastante; sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que eso no me hacía más o menos inteligente, sino que, simplemente, algunos necesitamos dedicar más tiempo que otros. Esos casi dos años de estudios de maestría me ayudaron a disciplinarme y creer más en mí mismo, aprender a ser autodidacta y a no huir de lo desconocido. Finalmente, me gradué y el premio del título fue el mismo para todos. El aprendizaje no es mayor para quien “llega primero”, sino para que quienes mejor hacen el recorrido camino al título.
La disciplina es algo que ya la había aprendido de mi padre; él me enseñó el valor de la planificación y de que la terquedad puede ser un gran aliado a la hora de exigirse cumplir desafiantes objetivos.
Los paraguayos somos inteligentes; sin embargo, la disciplina la tenemos subvalorada, tanto así, que creamos un nuevo huso horario denominado “hora paraguaya”. Supongamos que organizamos un encuentro entre amigos a las 19.00 de un sábado; tú sabes que debes llegar a las 19.30, eso hace que, la mayoría para asegurar llegue a las 20.00. Estas prácticas las llevamos muchas veces a nuestros negocios y hace que, poco a poco, el valor de nuestra palabra no valga todo lo que de verdad debería valer.
A los paraguayos nos vendría bien una dosis de autodisciplina, ya que nos puede dar la oportunidad de lograr aquello que no sabíamos que somos capaces de hacer. Los paraguayos somos inteligentes, solo nos falta practicar la disciplina.
Por José Méndez
Fuente: http://www.ultimahora.com/la-clave-del-exito-disciplina-o-inteligencia-n736633.html