¿Sabes qué diferencia a tu pyme de la competencia?

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   Domingo, 05 de Octubre de 2014

Conocer el funcionamiento y las estrategias de quienes trabajan en el mismo sector vendiendo productos o servicios similares se convierte en una obligación para mejorar la posición de mercado.

Como puede suceder en cualquier deporte, la competición exige conocer debidamente al adversario para poder hacerle frente, algo que también se puede aplicar al ámbito empresarial. En ambas situaciones, identificar los puntos fuertes y débiles de aquel nos enfrentamos permitirá planear una estrategia adecuada para neutralizar los primeros y aprovechar en nuestro beneficio estos últimos.

En el mundo corporativo, los expertos en gestión insisten en la importancia de señalar a nuestros competidores antes de entrar en un determinado mercado. Conocerlos, ayudará a definir nuestra propia situación y a enfocar una estrategia de la forma más conveniente. Hay que fijarse especialmente en aquellas compañías que ofrecen los productos y servicios más parecidos a los de nuestra empresa.

Saber cuál es su oferta, sus precios, analizar su plan de marketing, así como su evolución será fundamental para señalar dónde se encuentran las ventajas competitivas de otras organizaciones. Igualmente, el estudio de los contrarios también permitirá marcar en qué aventaja nuestra empresa al resto, para poder potenciarlo.

Incluso cuando la diferencia de tamaño o en medios económicos o técnicos con otras empresas pueda parecer abismal, es necesario examinar su funcionamiento, ya que sus puntos flacos nos pueden ayudar a encontrar nichos de mercado en los que introducir nuestro negocio.

Sin embargo, ser conscientes de la competencia que existe con otras corporaciones no implica la existencia de una rivalidad insalvable. En ocasiones pueden surgir oportunidades de colaboración que redundarán en beneficio de unos y otros (por ejemplo, aumentando la fuerza de negociación a través de asociaciones).

Identificar al adversario

Aunque pueda parecer muy evidente, el primer paso para conocer a los competidores es acotar correctamente quienes son. Esta premisa, aparentemente sencilla, puede llevar en muchas ocasiones a la confusión y, por tanto, a realizar estudios equivocados.

Hay que tener en cuenta la diferencia entre aquellas empresas a las que nos queremos llegar a parecer y aquellas a las que realmente nos parecemos. Aunque analizar aquellas compañías que nos sirven de modelo puede tener también su utilidad, hay que ser conscientes de que lo importante es conocer entre quienes tiene que elegir un cliente que busca un servicio determinado. Es decir, aunque nuestro objetivo sea parecernos algún día a la cadena de hoteles Sol Meliá, por ejemplo, esta no será competencia directa, sino los hoteles con prestaciones similares a nuestro establecimiento ubicado en la misma zona, por ejemplo.

Ponerse en la piel del cliente

Los usuarios son finalmente quienes tienen la última palabra, y por ello hay que prestar atención a su opinión e intentar meterse en su piel a la hora de escudriñar a los rivales.

Para ello hay que tener en cuenta no solo los productos y precios entre los que tiene que decidirse el potencial cliente, sino también otros aspectos como la atención que recibe u otras facilidades como servicios en la red, horarios amplios, etcétera.

Fuente: https://es.santanderadvance.com/detalle-noticia/sabes-que-diferencia-a-tu-pyme-de-la-competencia.html