Construyendo una economía circular
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Sábado, 02 de Abril de 2016
Por Terence Tse, Mark Espósito y Khaled Soufani
Desde la revolución industrial hemos podido depender de los recursos naturales para elevar nuestros estándares de vida. Sin embargo, conforme estos recursos se vuelven más escasos y costosos, necesitamos encontrar nuevas formas para crear un entorno más sustentable.
Este fue el punto focal del reciente Paris Climate Summit. Aunque la mayoría de la discusión giró alrededor de reducir las metas de emisiones, los líderes globales también hablaron acerca la necesidad de una economía circular, que involucra desenchufar el crecimiento económico de la extracción y consumo de recursos escasos con huellas negativas, y hacer que los recursos existentes sean productivos durante tanto tiempo como sea posible.
Emplear una cadena de suministros circular ayudaría a hacer que los procesos –como el diseño de productos, la adquisición y el manejo de desperdicios– sean más eficientes y productivos. Vemos tres formas en que los negocios pueden comenzar: reciclar más y mejor, rentar bienes y alargar la longevidad de los productos.
1. Practicar más reciclaje de circuito cerrado. Hay dos formas principales de reciclaje: de circuito cerrado y abierto. El circuito cerrado involucra rehusar materiales como el vidrio, el acero y el aluminio, que pueden ser reciclados continuamente. El circuito abierto, o “downcycling”, toma en cuenta que los materiales (como el papel) se degradan a una menor calidad con cada reciclaje, así que esto involucra ya sea el solo reciclar materiales que no se deterioren con el tiempo, o expandir el tiempo de vida de los materiales antes de reciclarlos.
2. Rentar en lugar de vender. El reciclaje no es suficiente, porque los negocios dependen de que los consumidores reciclan sus bienes no deseados. Así que, algunas compañías, en lugar de vender productos, han recurrido a rentarlos o prestarlos. En esta clase de “servitización,” o de vender el uso de los bienes, las compañías mantienen la propiedad de estos a lo largo de su ciclo de vida. Tome como ejemplo los automóviles eléctricos de Renault. En lugar de venderle las baterías a sus consumidores, la compañía se las presta. Esto significa que cuando las baterías ya no funcionan, el fabricante puede readaptarlas o reciclarlas para su futuro uso.
3. Ofrecer formas para alargar y ampliar el uso de los productos. En lugar de solo derretir los productos no deseados, muchos bienes físicos pueden pasar por un proceso de “remanufacturación” para extender su longevidad. Eso significa que pueden ser utilizados para mercados secundarios o emergentes, con una infraestructura menos sofisticada. Muchas compañías también renuevan y reemplazan las partes desgastadas de los productos, de forma que estén “nuevos”, se desempeñen mejor y sigan siendo útiles.
En el Paris Climate Summit, 196 países firmaron un acuerdo para crear un futuro mejor, pero esto no sucederá sin soluciones innovadoras de parte de los negocios y consumidores. Entre más pronto construyamos una economía circular, será mejor para todos.
(Terence Tse es profesor asociado de finanzas en ESCP Europe. Mark Espósito es miembro de la facultad en la Harvard University Extension School y profesor de negocios y economía en la Grenoble Graduate School of Business en Francia. Khaled Soufani es miembro de la facultad de la Judge Business School en la University of Cambridge).
Fuente: http://www.lanacion.com.py/2016/03/30/construyendo-una-economia-circular/