Papá, puedes llamarme Jefe

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   Domingo, 29 de Mayo de 2016

Cuando llega el momento de situarse en el puesto de máxima responsabilidad de una empresa familiar, al sucesor le asaltan multitud de dudas: ¿Voy a estar a la altura de las circunstancias? ¿Lograré la supervivencia del negocio? ¿Mantendré la confianza de los clientes y proveedores, y el respeto de los empleados? Te damos las claves para ser el líder emprendedor que asuma ese relevo generacional.

Por Laura Moltalvillo

 

Trabajar en el negocio familiar con la vista puesta en la gestión integral de la empresa puede parecer, a simple vista, una situación repleta de ventajas y licencias. Sin embargo, el heredero al trono no siempre se ve inmerso en un camino de rosas. Por el contrario, el sucesor o candidato a serlo tendrá que lidiar con empleados, directivos, proveedores, clientes e, incluso, con su propio antecesor, al que muchas veces le cuesta ceder el bastón de mando, complicando aún más la toma de poder.

Gabriel Suárez, uno de los herederos de la firma de joyas de lujo cuyo apellido es la enseña de su empresa, afirma que “en Suárez hay gente que me conoce desde que tengo cuatro años; eso hace que algunos me vean como el niño de papa. Por eso, los que formamos parte de una familia emprendedora tenemos que demostrar cada día que estamos ahí porque lo merecemos”.

“Te lo has encontrado todo hecho”. Contra este estigma también tuvo que luchar Fernando Cancio, uno de los tres sucesores de la organización de fabricación de muebles de cocina Cancio: “Hasta que demuestras tu grado de implicación, casi todos te ven como alguien al que le han regalado un trabajo”.

Según Manuel Bermejo, profesor y director de los Programas de Alta Dirección y Empresa Familiar del IE Business School, “el líder emprendedor debe ser ejemplar para el resto de los empleados y tener un comportamiento intachable”. Así, si la compañía está en un proceso de transformación digital, este profesional debe ser el más digitalizado; y si lo que toca es ajustarse el cinturón, él será el primero en renunciar al coche de empresa o a los viajes en primera clase. “Hay personas que piensan que por formar parte de la familia empresaria tienen cientos derechos adquiridos, pero es todo lo contrario –señala Bermejo–, lo que realmente tienen son más deberes y obligaciones”.

Entrega y dedicación

Si bien todos los empleados tenemos que demostrar nuestra valía en nuestros respectivos puestos de trabajo, los miembros de una familia emprendedora son sometidos a un examen aún más riguroso. Por eso, según Suárez, “tienes que llegar el primero e irte el último y ganarte el respeto con cada una de tus actuaciones y decisiones”.
Isabel Baldasúa, nieta de los fundadores de la firma de vestidos de novia Baldasúa –hoy propietaria de la misma­–, afirma que ella se ganó la admiración de sus empleados con trabajo, “igual que ellos se ganaron la mía”. “El respeto te lo ganas cuando te respetas a ti mismo”, comenta esta diseñadora de alta costura.

Fernando Cancio es de la misma opinión: “La única manera de ganarse el respeto de los clientes y empleados es con entrega y dedicación. Los que llevamos el apellido de la empresa debemos ser los primeros en dar ejemplo”.

Liderazgo emprendedor

El 70% de las empresas familiares no superan el primer cambio generacional y tan sólo el 15% consiguen llegar al tercer tránsito de poder. Los motivos que llevan a una organización a su quiebra son siempre diversos, pero –para Bermejo– “lo más importante para garantizar la supervivencia es contar con un líder emprendedor, que es la persona visionaria que asegurará la continuidad del negocio”.
Desde el punto de vista de Ángel Cancio, tío de Fernando y actual director general de la compañía de muebles, “es muy importante conseguir que te vean como un líder natural y no impuesto, con la actitud que se espera de un líder, sabiendo adoptar decisiones comprometidas, pero de manera responsable, porque así serán entendidas y aceptadas de buen grado”.

El mundo demanda liderazgo emprendedor, da igual que hablemos de una multinacional que de una pequeña tienda situada a pie de calle, “y mezclar formación y experiencia es la mejor hoja de ruta para llegar a ser el líder de una empresa”, señala Bermejo.

Conocer a fondo la compañía y el producto o servicio que ofrece, saber cuáles son los aspectos diferenciales, formarse en capacidades de administración y dirección empresarial, dotarse de habilidades sociales que permitan ganarse la confianza y el respeto de los empleados y clientes, y no tener miedo a realizar cambios son los primeros pasos para tomar las riendas del negocio familiar. 
“Todo ello sin olvidar desarrollar la empatía para hacerse ver como un miembro más del equipo, transmitiendo en todo momento la importancia de cada uno de los miembros de la organización”, afirma el actual gerente de Cancio.

Según Marta Beltrán, directora de la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar de Madrid (Adefam), cuando el candidato a heredar la empresa está plenamente involucrado en el proyecto y desea asumir la gestión de la compañía debe formarse en dos vertientes: “por un lado, en materia empresarial y, por otro, de forma específica, conociendo la empresa desde sus cimientos, la actividad, la cartera de productos y servicios, los clientes y proveedores y toda estructura funcional de la organización”.
Así, el líder emprendedor deberá instruirse en temas empresariales con la finalidad de prepararse para la gestión financiera y de recursos humanos de la compañía, pero sin dejar de lado los conocimientos específicos que requiere trabajar en un determinado mercado. Como señala Suárez, “un joyero que no sabe de gemología no puede llamarse a mismo joyero”.
Experiencia adquirida

Algunos empresarios hechos a mismos creen que la mejor forma de preparar a sus hijos es desde abajo, tal y como ellos lo hicieron en su día. Sin embargo, el profesor del IE Business School cree que este proceso “se puede eternizar”, siendo más recomendable “trabajar fuera, si es posible en una compañía del mismo ámbito pero de mayor tamaño, para luego volver a las primeras líneas de la empresa familiar con un planteamiento de liderazgo”, señala.

Fernando Cancio tuvo la oportunidad de trabajar en dos empresas antes de empezar su andadura en la compañía de muebles. “Fueron períodos relativamente cortos pero me dieron una visión del mundo empresarial muy interesante”, afirma. Sin embargo, cuando se incorporó al negocio familiar, no lo hizo en un cargo directivo sino empezando desde abajo, “en puestos relacionadas con la fabricación y la calidad, lo que me permitió conocer los procesos de producción”.

Suárez afirma que es de su padre y de su tío de quieres más ha aprendido a lo largo de su carrera: “Ellos llevan 40 años en el negocio y la experiencia que me han transmitido es mucho

Fuente: http://www.emprendedores.es/gestion/como-relevo-generacional-empresa-familiar